Origen y evolución de la granola

El origen del consumo del cereal en desayuno puede rastrearse hasta los antiguos griegos, sin embargo, no fue hasta el siglo XIX que se adoptó la costumbre de comer cereal en frío. La granola es un alimento popular y nutritivo que se ha convertido en una opción saludable para el desayuno o como snack durante el día. Aunque no existe un inventor específico de la granola, su origen se remonta a varias fuentes históricas que contribuyeron a su desarrollo y popularidad.

Ingredientes principales de la granola

La granola tal como la conocemos hoy en día, y la que Civia pone a vuestro alcanze es una mezcla de granos integrales, frutos secos, semillas, frutas secas y endulzantes naturales como el dàtil o el jarabe de arce. Pero para entender su historia, nos gustaría hacerte viajar en el tiempo y explorar las raíces de los ingredientes que la componen.

· Los granos integrales, como la avena, han sido una parte fundamental de la dieta humana durante siglos. La avena es uno de los cereales más antiguos cultivados por el ser humano y se cree que se originó en la región del Cáucaso. Los antiguos egipcios y romanos ya cultivaban y consumían avena como alimento básico, y en la Edad Media, la avena se extendió por Europa y se convirtió en un cultivo común.

· Por otro lado, los frutos secos y las semillas han sido también parte importante de la alimentación humana a lo largo de la historia, por su sabor, textura, valor nutricional y fuente de energía.

· En cuanto a las frutas deshidratadas, su origen se remonta a los tiempos en que nuestros antepasados comenzaron a secar y conservar los alimentos para su consumo posterior. Las frutas se secaban al sol o se deshidrataban con el calor para prolongar su vida útil y poder disfrutar de ellas en épocas en las que no estaban disponibles frescas. Esta técnica de secado se desarrolló en diferentes regiones del mundo, como en el antiguo Egipto y en las civilizaciones mesoamericanas.

· A nivel de endulcorantes los dátiles son una deliciosa fruta con un alto contenido de azúcar natural, lo que los convierte en un excelente edulcorante natural. Estos frutos son jugosos, dulces y su textura suave los hace perfectos para agregar a tus recetas. Además de endulzar tus preparaciones, los dátiles también aportan fibra, vitaminas y minerales, lo que los convierte en una alternativa más nutritiva en comparación con el azúcar refinado; y el sirope de agave es un derivado de la planta de agave, famoso por endulzar de manera efectiva sin causar picos drásticos en los niveles de azúcar en sangre.  

Historia y evolución de la Granola

Ahora que hemos explorado los ingredientes principales de la granola, es momento de hablar sobre su evolución como mezcla y su popularización. Aunque no existe una persona en particular que pueda atribuirse la invención de la granola, se sabe que fue desarrollada en el siglo XIX como resultado de diferentes influencias.

De acuerdo con lo publicado en el artículo  "¿Quién hizo esa granola?" , en 1863 el Dr. James Caleb Jackson, un reformador de la salud que creía que las enfermedades estaban arraigadas en el estómago, comenzó a experimentar con cereales fríos en los tratamientos con agua mineral de manantial en su sanatorio en el norte de Nueva York. Jackson horneó harina de graham (hecha de grano entero de trigo) para convertirla en pasteles quebradizos, que luego desmoronó y volvió a hornear. El éxito no fue inmediato; de hecho, solo era comestible cuando se empapaba en leche durante la noche.

Aun así, el “gránulo de Jackson”, como lo bautizó, pronto tuvo competencia, y poco tiempo después, el Dr. John Harvey Kellogg, también dueño de un sanatorio, promocionaba un cereal frío saludable, de características similares, y a finales de la década de 1870, cuando Kellogg combinó harina de trigo, avena y harina de maíz, en una mezcla a la que llamó “granula”, y cuando el Dr. Jackson lo demandó por el nombre, Kellogg cambió la "u" por una "o", granola, y ya para 1889 vendía 8 toneladas mensuales de granola, y a medida que avanzaba el siglo XX, la granola ganó popularidad en todo el mundo debido a su valor nutricional y su practicidad como alimento. Las personas comenzaron a apreciarla como una opción de desayuno saludable y energética. Además, su versatilidad permitió su inclusión en recetas y preparaciones culinarias, como galletas, yogurt y batidos.

Posteriormente, la granola fue revivida a finales de los años 1960, como respuesta contracultural a los nuevos cereales azucarados. Fue entonces cuando el promotor de la granola de aquella época, Layton Gentry (conocido como Johnny Granola Seed), promovió su popular mezcla de avena, germen de trigo y semillas de sésamo, que rápidamente se convirtió en un éxito comercial.

La primera granola fabricada masivamente llegó al mercado en 1972, y hoy en día la granola es un alimento de uso común en nuestros hogares y en el mercado existen innumerables variedades de sabor y métodos de producción. Uno de los segmentos de granola más apreciados son las variedades artesanales, que se producen en lotes de menor tamaño y de forma artesanal, como lo hacemos en Civia, nueves tipos de granolas sin gluten, mezclas de productos de màxima calidad y horneadas como en casa, y, aunque el precio es ligeramente más alto, la calidad siempre es mucho mayor que la de granolas más industrializadas. 

En resumen, aunque no hay una única persona que pueda atribuirse la invención de la granola, su historia se remonta a diferentes influencias históricas y movimientos alimentarios. Desde los granos integrales y los frutos secos cultivados desde tiempos antiguos, hasta las prácticas de secado de frutas y el movimiento adventista en el siglo XIX, la granola ha evolucionado y se ha convertido en una opción popular y versátil para el desayuno, meriendas y los snacks saludables. 

Disfrutar de la granola como parte de una dieta equilibrada es una forma sabrosa de obtener nutrientes esenciales y disfrutar de sus beneficios para la salud.